Un Paseo Visual por la Escritura

Virginia Rodriguez

Historia de un Proyecto

La auto fotografía llegó a mi vida realizando los cursos de doctorado en Antropología Social. La técnica me atravesó por completo y desde entonces, he sumado experiencias en torno a sus posibilidades en ámbito docente, académico e investigador, en actividades y proyectos que he llevado a cabo dentro y fuera del aula y en colaboración con grupos, entidades, ciudadanía y asociaciones con el fin de dar forma a preguntas de índole diversa. Pero, antes de seguir, arrojemos un poco de luz sobre lo que la auto fotografía es y representa. 

 

Fueron los psicólogos estadounidenses Okura, Ziller y Osawa quienes, durante una investigación en torno al envejecimiento desde una perspectiva intercultural, utilizaron cámaras para profundizar en la identidad de sus informantes, personas mayores de setenta y tres años de origen japonés y estadounidense. Su objetivo: facilitarles mostrar más objetivamente cómo ven el mundo y a sí mismos, captar, comunicar, compartir y contrastar sentimientos, valores, actitudes y preocupaciones a través de fotografías.  

 

El planteamiento fue el siguiente: 

 

“Queremos que te describas tal y como te ves. Para hacerlo, nos gustaría que tomaras doce fotos que digan quién eres tú. Las fotos pueden ser de cualquier cosa en tanto digan algo sobre quién eres. No nos importa tu habilidad como fotógrafo. Ten siempre en cuenta que las fotografías deben describir quién eres tal como te ves. Cuando termines, tendrás un libro sobre ti mismo hecho solo de doce fotos” (1986).   

 

Así nació la auto fotografía (self-photography), una herramienta de investigación a través de la cual poder ver y comprender el mundo a través de la singular mirada de los otros, aclarar su visión y su autoconcepto recurriendo a preguntas cuyas respuestas son las propias fotografías y la posterior conversación en torno a ellas. 

 

Volviendo a mi experiencia, las preguntas a partir de las cuales he ido aplicando la técnica de la auto fotografía han sido, hasta la fecha, las siguientes: ¿qué es para ti el cine, en la ciudad de Elche?, ¿qué es para ti ser madre y cuidadora de una persona diagnosticada con una enfermedad rara?, ¿qué es para ti el alma?, ¿qué es para ti la identidad y la otredad?, ¿quién soy yo?, ¿qué es el cuerpo para ti, como mujer? En todos los casos, las grandes virtudes que la auto fotografía ofrece han estado presentes a la hora de poder conversar en torno a aspectos del ser y del hacer tan inabarcables como subjetivos e incluso aparentemente imposibles de retratar en una imagen. Dichas virtudes son, por un lado, la familiaridad y cercanía que la cámara representa en nuestra sociedad de la imagen; por otro, la posibilidad de realizar las fotos con tiempo y sin prisa, pudiendo pensar calmadamente qué quiere mostrarse y cómo y, en último lugar, la dimensión abstracta y simbólica de la imagen que facilita hablar de la identidad y sus matices de forma indirecta. Todos estos aspectos han estado presentes a la hora de dar forma a las respuestas en torno a la pregunta que hila este proyecto: ¿qué es para ti escribir? 

 

Se trata de proyecto que nace desde dentro. Como escritora que forma parte de la Asociación Literaria y Cultural Escritores en su Tinta de Elche (Alicante) y estando ya inmersa en un recorrido personal y profesional gracias al cual voy comprobando la gran potencialidad de la auto fotografía a la hora de explorar las dimensiones de la identidad, decidí lanzar la propuesta a las personas socias de dicho organismo, todas ellas escritoras y escritores residentes en Elche. El sentido de la propuesta era ofrecer al grupo la posibilidad de dar forma a esa lengua matriz de que habla el filósofo Emilio Lledó (Herranz y Bermejo, 2020), aquella con la cual crear su propia voz y dialogar con sus sentires individuales en relación a un proceso creativo que les une, contrastando la manera de modelar ese auto concepto con el enfoque dado por el resto del grupo y, finalmente, ofreciendo a la ciudadanía la posibilidad de entender la actividad de la escritura desde un prisma novedoso para, de ese modo, generar tejido sociocultural.  

 

El primer paso fue lanzar la propuesta aprovechando una de las asambleas que se celebran a lo largo del año. En ella conté brevemente la idea y a partir de ahí, envié un correo con más detalles de cara a que pudieran tomar una decisión. En dicho correo se especificaba el objetivo antes mencionado y se indicaba que tenían que responder a la pregunta ¿qué es para ti escribir? por medio de diez fotografías y una entrevista posterior, en la que explicarlas. Y para poder entender mejor el proceso, dicho correo incluía las siguientes pautas: 

  • Haz una lista de «ideas» con las que podrías responder a la pregunta propuesta. El objetivo es pensar la escritura más allá de la definición básica, para poder transmitir ideas a través de las imágenes y darle a la escritura múltiples significados en función de cómo cada cual la vive, la piensa y la enfoca. Es decir, auto fotografía no significa selfie sino, más bien, bucear en tu realidad personal para hablar de ella a través de imágenes y de su dimensión simbólica y abstracta. 
    • ¿Qué tipo de fotografías estamos buscando? En general, se trata de responder a la pregunta de una forma personal y honesta, y las únicas condiciones serían: 
    • Piensa y realiza las fotografías a propósito para este proyecto. Si hay ideas que consideras que puedes explicar a través de fotografías que ya tuvieras hechas de antemano, puedes aprovecharlas para inspirarte y, a partir de ellas, crear nuevas fotos. 
    • Las fotografías las tienes que haber pensado y realizado tú (en caso de que salgas y te resulte complicado tomarla directamente, puedes contar con la ayuda técnica de alguien, claro). Es importante que hayas estado en el momento y en el lugar donde fueron tomadas. No uses fotografías hechas por otras personas en circunstancias que no hayas vivido personalmente, pues el entorno y el momento dicen mucho acerca de esa imagen. 
    • Evita por completo buscar fotografías en internet: el objetivo es reflexionar acerca de tu mirada y tu voz, evitando un punto de vista despersonalizado. 
    • Procura no pedir consejo o ayuda a la hora de decidir qué fotografías quieres tomar. Con el tiempo, las ideas vendrán; confía en ello.  
    • Por último, no te obsesiones con la calidad de las fotografías. No se trata de un concurso y no hay fotografías buenas ni malas: lo importante es que se vea bien lo que quieres comunicar.
  • Es posible que al principio suene algo extraño y complejo pero seguro que conforme te pongas a pensar en ello, las imágenes empezarán a aparecer en tu mente. Solo tienes que dedicarte tiempo y escucharte. 

Y así fue como, finalmente, catorce personas se animaron a participar realizando entre finales de 2019 y principios de 2020 sus fotografías y posteriores entrevistas, siendo la última que realicé justo antes del confinamiento en marzo de 2020. Concretamente fueron nueve escritoras y cinco escritores: Adela Bas, Ana I. Gil, Arturo Maciá, Encarni Motos, Eva Gil, Fini Alacid, Irene Robles, Isla Vela, José Antonio Quesada, José Salieto, José Tovar, Leticia Ortiz, Matías González y Sheila Lumen.  

¿Qué es para ti escribir?

A partir de la revisión del contenido de las entrevistas y de las imágenes realizadas por cada participante, el resumen de sus miradas sería el siguiente. Para el grupo participante, el acto de la escritura es vivido como un ritual de paso (van Gennep, 1969), una vivencia de transición que representa una especie de “muerte simbólica” de quien la experimenta dado que, tras ella, la persona cambia y también su entorno. Es por ello que, de acuerdo a las fases del citado ritual, la escritura comienza en su etapa preliminar con la evidencia de tomar perspectiva y responder a una necesidad casi primaria que, a su vez, engendra otra imprescindible: la de observar el mundo y dejarse empapar por otras vidas que alimenten y nutran la creación. A continuación, la fase liminar, la intensificación del sentimiento de communitas, da paso al proceso de creación que aúna disfrute, exploración y emociones diversas, una experiencia de crecimiento que implica también la superación de obstáculos como la frustración, el vértigo y la ansiedad. Finalmente, la salida, el cierre, el final del proceso, la fase post liminar que, además del objeto y su contenido, representa un florecer y un regar, un legado y la satisfacción de haberse vaciado. La agregación a una creación nueva. 

 

De las ciento cuarenta imágenes que componen el proyecto, se recoge a continuación una muestra de quince elegidas por recogerse en ellas la esencia de los cuatro elementos más recurrentes en todo el enfoque global del proyecto: 

  1. La relevancia de la soledad 
  2. El peso de las experiencias propias y ajenas.  
  3. La escritura y las emociones 
  4. La presencia constante de la naturaleza como elemento simbólico.  

Soledad

Escribir es concederse el espacio y el tiempo para poder mirarse y decidir cómo empezar ese nuevo camino que transitar en soledad.  

“Es cómo empieza todo, una mirada interna en soledad para reflexionar y entendernos mejor: qué sentimientos tengo y quiero transmitir. El comienzo en blanco, introspección, mirar hacia fuera desde dentro. Tu casa es tu refugio, la ventana, los ojos” (Matías González Pinós) 

“Muchas veces se escribe porque la realidad resulta tan dolorosa que necesitamos adornarla. A veces el autor se regodea en su propia tristeza y la ficción le ayuda a viajar, la rima es un adorno, la palabra bonita es un adorno. Como escritora necesito que la puerta esté abierta para contar mi historia” (Isla Vela) 

“Lo que siento al escribir: un camino hacia delante con obstáculos que se pueden saltar, un poco solitario, porque todo desaparece a mi alrededor” (Eva Gil Soriano) 

Experiencia

Recoger vivencias, empaparse de ellas y alimentar la sensibilidad por la atención plena, nutren la base del comienzo de una posible historia que contar. 

“Pararse a observar cualquier cosa que tengas alrededor. A lo mejor no es la única nube con forma de corazón que existe, pero eso pasa cuando tienes la tranquilidad de ir por cualquier sitio y algo me llama la atención y me detengo sin más, porque se nos escapan los detalles” (Arturo Maciá) 

“Eso me da la escritura: me divierte sufrir, llorar, mientras creo la historia, pasar miedo, es muy liberador. Me gusta que me sorprenda la vida y escribir es vivir aventuras” (Adela Bas) 

“Otra de mis pasiones son los mapas, me hipnotizan, los guardo todos. El mapa va ligado al viaje, al caminar, al andar, es una fuente de inspiración y también una metáfora del camino que vamos haciendo. Cuando empecé a escribir poesía me di cuenta de que lo de las musas era muy relativo; te puede venir la inspiración pero luego hay que trabajar, pulir, ejercitarse, andar” (Matías González Pinós) 

“Aeropuerto de Alicante, vamos a coger el avión y te encuentras uno de la segunda Guerra Mundial; me quedé perpleja y pensé, ¿cómo explicaría yo esas hélices tan raras? Para mí es un reto que la descripción llegue al público” (Fini Alacid) 

Naturaleza

Atravesar el proceso es la parte más abstracta, y la naturaleza aparece como compañera que materializa y simboliza las etapas y los miedos, la sorpresa y la belleza de la escritura

“Un granado pelado, la antítesis del granado en flor. Haciendo un símil, sería el proceso de una novela que los lectores no ven, un árbol con cientos de ramas es lo que tiene el escritor al comenzar, no es llamativo y conforme el proceso va creciendo y pasando por distintas etapas, llega el granado en flor y sus frutas. Es un proceso muy lento, aunque lo disfrutas, una línea de esquemas, para empezar de cero con un nuevo proceso creativo” (José Antonio Quesada Coves) 

“No solamente es el contacto con la naturaleza, sino el vértigo de asomarte al vacío. Tienes un proyecto por delante y dices, madre mía, a ver cómo encauzo yo esto, pero al mismo tiempo cuando te pones y te lanzas, encuentras que paso a paso, llegas a la meta” (José Salieto) 

“El camino idílico hacia el paraíso, lo que es para mí sumergirme dentro de la poesía, no saber qué me espera detrás. A simple vista es muy bello, la incertidumbre, atreverte a adentrarte. Muchas veces no elijo ponerme a escribir, es como una llamada que está ahí, alguien me abre una puerta al otro lado y si le presto atención y quiero cruzar el camino, aparece algo maravilloso” (Sheila Lumen)  

“La belleza, la parte más bonita de la literatura en general, de escribir y leer. Un libro es como una flor, la regué a propósito para que se vieran las gotas de agua. Lo bien que nos sienta escribir y leer” (Leticia Ortiz) 

Emociones

El valor de las emociones está presente en las tres etapas del ritual de paso: antes, durante y después. Canalizan y dan forma al proceso cíclico de quien siente la necesidad de realizar una actividad como la escritura.  

“La escritura es una necesidad, como el comer y el beber. Si paso mucho tiempo sin escribir me falta algo. Como cuando te saltas una cena o un desayuno, me lo pide el cuerpo y la mente, es una forma de vomitar todo lo que llevo dentro” (José Antonio Quesada Coves) 

“La frustración cuando escribes, borras y borras, no me sale lo que quiero, no te convence, hasta que necesitas otras opiniones porque dudas de ti misma. No me gusta dejar las cosas a medias, soy perfeccionista pero no soy perfecta” (Leticia Ortiz) 

“Quienes aportamos algo al mundo cultural, tenemos que intentar cambiar el mundo. Yo siempre, aunque sea sutilmente, intento mojarme, contar cosas solo por contarlas, no; que hagan pensar a la gente y hacerla recapacitar” (José Tovar) 

“Ese agujero ha conocido las mejores producciones; cuando vas al baño es una especie de meditación, de calma, de introspección, yo me imagino un escritor invisible al que el ruido de fuera no le importa. Cuando uno escribe está vaciando pensamientos e ideas” (Isla Vela) 

El proyecto fue presentado en público en la Biblioteca General Pere Ibarra de Elche en octubre de 2021, un acto de encuentro y puesta en común al que acudieron la mayor parte de participantes. Envuelto en la atmósfera emotiva de estar empezando a retomar la posibilidad de volver a hacer eventos de esa índole, tras los peores momentos de la pandemia, esta presentación supuso un momento para llevar a cabo esa devolución imprescindible que todo proyecto debe tener, desde mi punto de vista, a quienes han participado en él y, al mismo tiempo, en un entorno de apertura pública en un espacio cultural al que acudieron otras personas tanto de la asociación como público anónimo interesado por el proyecto en sí mismo. El acto supuso mostrar el resultado a través, tanto de las principales fotografías que fueron mostradas a través de un par de paneles expresamente diseñados para ello, como por medio de proyecciones que acompañaron las explicaciones de cuáles había sido las diferentes formas de enfocar la respuesta a la pregunta ¿qué es para ti escribir? Y todo ello acompañado de música en directo. Una vivencia única a través de la cual poder intercambiar miradas y voces entre quienes crean mundos y vidas a través de estilos diversos y por medio de pensamientos, experiencias, acontecimientos y emociones que el acto de la escritura y, por tanto, la realidad de un libro encierra, más allá de la historia que esté contando. 

Durante la fase de las entrevistas y a modo de cierre, les proponía a las personas participantes que realizaran un pequeño juego de abstracción relacionando su colección de fotografías con un color y un sabor/olor que las representara. De cara a utilizarlo en la presentación, auné todas ellas y compuse una creación poética grupal que, sin duda, constituye un ejemplo de esa “armonía de las esferas” que recuerda Silvia Federici (2022: 69) al hablar de esa fuerza amorosa, de ese poder de atracción tan presente en el universo como entre los seres humanos que nos lleva a sentir y confiar en que todo está interconectado y que, de alguna manera, la atracción humana posee algo de mágico. Sirva como cierre de este este paseo visual por la escritura. 

La escritura es de color negro, porque es vida, alimenta mi energía y me hace sentir cómoda, y es también negra como el espacio y negra, por esos momentos turbios de búsqueda y frustración. Es blanca, cuando provoca serenidad, cuando es luz, y ámbar-beige-crema, como esa melaza que te envuelve igual que un edredón. La escritura es de color amarillo mostaza por la fuerza que te da para seguir adelante. Es rojo pasión y rosa tranquilidad, es belleza. La escritura es de color azul, azul paz, azul electricidad, azul energía, azul chakra de la garganta, azul verde mar y verde esperanza. La escritura es de color arco iris, pues funde todo en el blanco y en el negro. 

La escritura sabe picante, como la vida: corazón, sangre, un sabor que explosiona. Y también porque es dolor, el de vencer el miedo de ser tú. Huele a lavanda y a lluvia fresca, a flores, a limón y a hierbabuena. Sabe a pomelo, agridulce, y a cacao, amargo y adictivo a la vez. La escritura sabe a ese café positivo e intenso que es como la sal que te empuja hacia delante. Y sabe dulce, aunque nunca haya chupado un libro. Huele y sabe a mar, a libertad, a oxígeno, a olivos de Jaén. Huele a ese pino en verano, cuando canta la chicharra con cuarenta grados a la sombra, o a tierra mojada. Y sabe a la cecina casera de cualquier pueblo, un sabor profundo, tradicional. La escritura es como el ajenjo. 

 

Referencias

    • Barthes, R. (1989). La cámara lúcida. Notas sobre la fotografía. Paidós Ibérica. 
    • Fererici, S. (2022). Ir más allá de la piel. Repensar, rehacer y reivindicar el cuerpo en el capitalismo contemporáneo. Madrid: Traficantes de sueños.  
    • Herranz, D. y Bermejo, A. (directores). (2020). Imprescindibles: Emilio Lledó. Mirar con palabras. La 2. RTVE. https://www.rtve.es/play/videos/imprescindibles/imprescindibles-emilio-lledo-mirar-palabras/5547879/ 
    • Okura Y., Ziller, R. C. y Osawa, H. (1986). The psychological niche of older japanese and americans through auto-photography: aging and the search of peace. Aging and Human Development, volumen 22 (4), 247-259. 
    • Van Gennep, Arnold (1969). Los ritos de paso. Madrid: Alianza. 
    • Ziller, R. C. (1990). Photographing the Self: Methods for observing personal orientations. SAGE Publications.