Diario de las emociones
Durante mucho tiempo, la autora luchó con sus emociones, considerándolas un estorbo y sin saber cómo manejarlas. Tras una revelación en terapia, comprendió la importancia de conectarse con sus sentimientos, utilizando la fotografía y un diario emocional para documentar su viaje interior. Fotografiar sus emociones le permitió centrarse y profundizar en ellas, mientras que escribir sobre sus experiencias le ayudó a entender su origen y evolución. Esta práctica le reveló patrones emocionales y mejoró su gestión emocional, llevándola a crear un proyecto que ha sido expuesto y premiado internacionalmente. Ahora, planea formar un grupo para explorar juntos la gestión emocional a través de la fotografía.