Mi Padre

Charo Corrales

  • Esta caja llena de fotos la encontré encima de la mesa de la oficina de mi padre. Él es el principal protagonista.

Quería compartir con vosotros la experiencia que ha supuesto para mí utilizar la fotografía para aceptar y sobrellevar la enfermedad que mi padre padece desde el 2012.  

Mi padre fue diagnosticado de Alzheimer en 2012. Nunca habló de ello, ni siquiera cuando mis hermanos y yo tuvimos que comunicar que padecía esta terrible enfermedad. Supongo que se refugió en la negación por su imposibilidad de afrontarla. 

Yo me refugié en mi cámara, empecé a verlo con otros ojos y le hacía fotos cuando pasaba tiempo con él. Al principio, de una manera obsesiva, cuando lo acompañaba en sus devenires por la casa y en sus paseos, no perdía la ocasión para sacar la cámara, a veces, él me preguntaba por qué le hacía fotos, yo le respondía porque me gustaba. 

Mi primera intención era hacer un proyecto para visibilizar la realidad del enfermo de Alzheimer y su repercusión en los cuidadores y la familia. 

Nadie sabe muy bien qué pasa por la mente de una persona que sufre esta dolencia. A mí, como hija, me resulta muy doloroso contemplar cómo su personalidad va desapareciendo con la impotencia de no saber si logramos aliviar su sufrimiento.  

He seguido de cerca la evolución de la enfermedad de mi padre, viendo cómo inexorablemente va desapareciendo su personalidad y afrontando las singularidades que en él van emergiendo a lo largo de cada etapa. Y para afrontar de la mejor manera posible las distintas personalidades que en él han ido emergiendo a lo largo de cada etapa, he buscado refugio en mi oficio: plasmar la luz y la oscuridad con la fotografía. 

Es tremendo volcar en imágenes la pérdida del padre. Cada vez me cuesta más hacerle fotos, disminuyendo estas según pasa el tiempo y su deterioro aumenta, de tal manera que de los últimos años casi no tengo fotos suyas. Ya no encuentro consuelo en mi profesión.  

Las fotos tomadas en estos años en los que la enfermedad ha ido evolucionando se han convertido en un valiosísimo álbum familiar, nunca tuve la fuerza de mostrarlas como proyecto documental.  

Siguiendo la motivación de visibilizar la enfermedad del Alzheimer en 2017 hice una serie de fotos de la naturaleza, donde tantos momentos buenos pasé con mi padre, que iban acompañadas de definiciones de síntomas que presenta el enfermo de Alzheimer. Con el mismo objetivo seleccione una serie de 12 paisajes: “Memory Landscapes / Paisajes de la memoria”, tomados en los trayectos que hacía en autobús desde Sevilla a Olvera donde vive mi padre, en el periodo del 2012 al 2017.  

En 2017 mi padre entra en la última fase de la enfermedad y es prácticamente imposible comunicarse con él, no queda nada del hombre que fue.  Convertido en un niño feliz, ausente y contenido, permanece la mayor parte de su tiempo disociado de la realidad.  

Cuando en 2017 edito estas fotos me doy cuenta que según pasan los años los paisajes se van oscureciendo. A veces imagino que en su cabeza hay una infinita negrura; otras, un fulgor que no deja ver nada. 

 

Inconsciente o conscientemente he utilizado siempre la fotografía para verme, para reconocerme, para contar mi historia, a veces contando la historia de otros. 

 

He revisado las fotos que documentan su vida desde el 2012 hasta la actualidad y he hecho una selección de fotografías que me reconfortan, en muchas de ellas aparezco yo con él. Quisiera resaltar el valor sentimental, y emocional que tienen para mí estas fotos, me ayudan a reconciliarme con la pérdida del padre, y me refugio en la ternura de los momentos vividos. Siento que he perdido parte de mi historia con la perdida de la memoria de mi padre, ahora lo miro a los ojos y no lo encuentro, solo me quedan las fotos para recordar.  

Esta selección cronológica de fotos de la vida de mi padre, necesita de los paisajes para hablar de mi añoranza y mi sentir hacia él. 

  

  1. 2014. Esta caja llena de fotos la encontré encima de la mesa de la oficina de mi padre. Él es el principal protagonista. 
  1. 2012. Almuerzo de domingo en unos de sus restaurantes favoritos. 
  1. 2013. Siesta 
  1. 2013. Tarde de paseo en el campo 
  1. 2014. Despedida. 
  1. 2015. Obstinación 
  1. 2015. Con mi hijo. 
  1. 2016. Visita al cementerio 
  1. 2016. El beso 
  1. 2017. Al sol 
  1. 2017. 80 cumpleaños 
  1. 2018. Con humor 
  1. 2020. Carnaval 
  1. 2022. Sin mascarillas